Los hongos son organismos vivos, pero no son ni plantas ni animales. Todos los seres vivos se dividen en categorías llamadas reinos, y los hongos tienen su propio reino.
Algunos hongos causan infecciones en las personas:
Aspergilosis
Blastomicosis
Candidiasis
Coccidioidomicosis
Criptococosis
Histoplasmosis
Mucormicosis
Paracoccidioidomicosis
Esporotricosis
Algunos hongos causan infecciones cutáneas (véase también Infecciones fúngicas de la piel .)
Los hongos tienen dos posibles formas de reproducción y crecimiento:
Levaduras: células redondas únicas
Mohos: organismos compuestos por múltiples células que forman unos hilos largos y delgados llamados hifas
Algunos hongos existen en ambas formas durante su ciclo de vida. Estos hongos se denominan hongos dimórficos.
Los hongos crecen a menudo en la tierra y el material en descomposición de las plantas. Muchos hongos, como el moho del pan y las setas, se ven a simple vista.
¿Sabías que ?
Los hongos se clasifican como su propio reino de organismos vivos. No son plantas ni animales.
Los hongos se reproducen diseminando esporas microscópicas. Estas esporas suelen estar presentes en el aire y la tierra, por lo que pueden ser inhaladas o entrar en contacto con la superficie del cuerpo, principalmente con la piel. Por lo tanto, las infecciones fúngicas suelen iniciarse en los pulmones o en la piel.
De la amplia variedad de esporas que se depositan en la piel o que son inhaladas por los pulmones, la mayoría no causan infección. Algunos tipos causan infección solo en las personas que presentan alguna de las siguientes características:
Sistema inmunitario debilitado
Material extraño, como dispositivos médicos implantado en el cuerpo (por ejemplo, prótesis articulares y válvulas cardíacas artificiales)
El sistema inmunitario puede verse debilitado cuando las personas toman fármacos que lo deprimen (inmunodepresores), como antineoplásicos (quimioterápicos) o fármacos para prevenir el rechazo a un órgano trasplantado, o bien cuando padecen un trastorno que causa inmunodeficiencia , como el sida. Las personas que pasan muchos días en una unidad de cuidados intensivos pueden desarrollar un sistema inmunitario debilitado debido a diferentes procedimientos médicos, trastornos subyacentes, desnutrición o una combinación de los anteriores.
Excepto en el caso de algunos trastornos cutáneos superficiales, las infecciones fúngicas rara vez se transmiten de persona a persona.
Las infecciones fúngicas pueden afectar únicamente un área del cuerpo (localizada) o diversas áreas del cuerpo (sistémica).
Las infecciones fúngicas localizadas afectan solo a un área del cuerpo. Suelen afectar la piel y las uñas , la vagina , o la boca y puede ocurrir en personas que tienen un sistema inmunitario normal o debilitado.
Las infecciones fúngicas localizadas se producen algunas veces cuando la mezcla de otros microorganismos (por ejemplo, bacterias) que normalmente residen en ciertas partes del cuerpo (también llamado microbioma) está desequilibrada. Por ejemplo, es normal que ciertos tipos de hongos (por ejemplo, Candida ) estén presentes en las superficies del cuerpo o en el intestino. Las bacterias que en condiciones normales están presentes en el sistema digestivo y en la vagina restringen el crecimiento de estos hongos en esas zonas. Cuando una persona toma antibióticos, pueden ser eliminadas también las bacterias útiles, lo que favorece que los hongos proliferen de manera incontrolada. El excesivo crecimiento de los hongos provoca síntomas, que suelen ser leves. Al crecer las bacterias de nuevo, el equilibrio se restablece y el problema, por lo general, se resuelve.
Las infecciones fúngicas sistémicas afectan órganos como los pulmones, los ojos, el hígado y el cerebro, además, también pueden afectar la piel. Por lo general ocurren en personas que tienen un sistema inmunitario debilitado.
Las infecciones por hongos son
Oportunistas
Primaria
Las infecciones fúngicas oportunistas aprovechan que el sistema inmunitario está debilitado. Por lo tanto, por lo general afectan a personas cuyo sistema inmunitario está debilitado por trastornos como el sida o por medicamentos que deprimen el sistema inmunitario. Las infecciones fúngicas oportunistas se producen en todo el planeta.
Ejemplos de infecciones fúngicas oportunistas incluyen
Aspergilosis
Candidiasis
Mucormicosis
Las infecciones por hongos oportunistas pueden ser muy agresivas, propagarse rápidamente a otros órganos y con frecuencia causar la muerte.
Factores de riesgo para el desarrollo de infecciones fúngicas oportunistas
Uso de fármacos que inhiben el sistema inmunitario
Quimioterapia
Corticoesteroides
Medicamentos para prevenir el rechazo de un trasplante de órganos, como azatioprina, metotrexato y ciclosporina
Inhibidores del factor de necrosis tumoral (utilizados para tratar la artritis reumatoide y trastornos relacionados)
Trastornos
Sida
Quemaduras , si son extensas
Diabetes
Linfoma de Hodgkin u otros linfomas
Leucemia
Las infecciones fúngicas primarias pueden aparecer en personas con un sistema inmunitario normal, a veces con consecuencias graves. Estas infecciones se suelen producir después de inhalar esporas de hongos, lo que puede dar lugar a la aparición de neumonía en los pulmones como primer signo de infección.
Algunas infecciones fúngicas primarias son más frecuentes en ciertas áreas geográficas, como en los siguientes ejemplos:
La histoplasmosis es en especial frecuente en algunos territorios de los Estados Unidos, como en los valles de los ríos Ohio y Misisipí, en el área central del estado de Nueva York y en Texas. También se produce en algunas partes de América Central y del Sur, África, Asia y Australia.
La blastomicosis es particularmente frecuente en las regiones del este y del centro de Estados Unidos. También ocurre en África y en el valle del río San Lorenzo, en Canadá.
La coccidioidomicosis se produce casi exclusivamente en el suroeste y en el estado de Washington en los Estados Unidos y en el norte de México y América Central y del Sur.
La paracoccidioidomicosis se produce principalmente en América del Sur.
El tiempo transcurrido desde la transmisión hasta el desarrollo de una infección varía, por lo que los viajeros pueden desarrollar síntomas después de regresar de estas áreas.
Puesto que muchas infecciones fúngicas primarias evolucionan lentamente, es posible que pasen meses o años antes de que una persona solicite atención médica. Normalmente, si el sistema inmunitario está sano, las infecciones fúngicas no se propagan a los órganos internos del cuerpo.
Cultivo y examen de una muestra
Análisis de sangre
Si el médico sospecha una infección fúngica primaria, le formula al paciente preguntas que pueden ayudar a establecer el diagnóstico, como las siguientes:
A dónde ha viajado y dónde ha vivido, para determinar si puede haber estado expuesto a ciertos hongos, incluso si la exposición tuvo lugar años atrás
Si está tomando algún tipo de fármaco que deprima el sistema inmunitario
Si sufre un trastorno que debilita el sistema inmunitario
A continuación el médico obtiene una muestra y la envía al laboratorio para su cultivo y examen al microscopio. La muestra puede ser de esputo o de sangre pero, algunas veces, los médicos deben tomar una muestra de los pulmones. Para tomar una muestra de los pulmones, los médicos insertan una sonda flexible de visualización (llamada broncoscopio ) a través de la boca hasta las vías respiratorias. Se echa un chorro de líquido a través de la sonda y luego se succiona, llevándose consigo las células y cualquier hongo (u otros microorganismos). En algunos casos se necesita una biopsia o una cirugía para obtener una muestra.
Si el diagnóstico no está claro, pueden realizarse análisis de sangre. En estas pruebas se buscan anticuerpos (que son producidos por el sistema inmunitario de la persona como respuesta a sustancias extrañas, incluidos los hongos), antígenos (moléculas de sustancias extrañas que pueden desencadenar una respuesta inmunológica en el organismo) u otras pruebas de la presencia de hongos.
Prueba analítica Prueba de cultivo fúngicoLas pruebas que detectan material genético en los microorganismos también se realizan para algunas infecciones fúngicas.
Medicamentos antifúngicos
Existen diversos fármacos que resultan eficaces contra las infecciones fúngicas, pero la estructura y la composición química de los hongos hace que sean difíciles de destruir.
Los antifúngicos pueden aplicarse directamente sobre la micosis de la piel o de otra superficie, como la vagina o el interior de la cavidad oral; también se administran por vía oral o se inyectan cuando es necesario tratar infecciones más graves,
que suelen requerir un tratamiento de varios meses de duración.
Tabla Fármacos para infecciones fúngicas graves TablaFármacos para infecciones fúngicas graves
Medicación
Indicaciones frecuentes
Algunos efectos secundarios
Anfotericina B
La mayoría de infecciones fúngicas o micosis
Escalofríos, fiebre, cefalea, vómitos, descenso de los niveles* de potasio en sangre, fallo renal y anemia
Anidulafungina
Caspofungina
Micafungina
Aspergillus y candidiasis
Náuseas, diarrea, cefalea, inflamación hepática, inflamación de las venas y erupción cutánea
Fluconazol
Candidiasis y otras infecciones fúngicas, incluidas las criptocócicas y la coccidioidomicosis
Náuseas, erupción e inflamación hepática
Flucitosina†
Candidiasis y criptococosis
Náuseas, vómitos y daño de la médula ósea
Isavuconazol (también llamado isavuconazonium)
Aspergilosis y mucormicosis
Náuseas, vómitos e inflamación hepática
Itraconazol
Infecciones fúngicas cutáneas, histoplasmosis , blastomicosis , coccidioidomicosis , esporotricosis y aspergilosis
Náuseas, diarrea, inflamación hepática, erupción cutánea, dolor de cabeza, mareos, niveles bajos de potasio* en la sangre, hipertensión, acumulación de líquidos (edema) y insuficiencia cardíaca
Posaconazol
Aspergilosis y mucormicosis
Náuseas, vómitos, erupción e inflamación hepática
Rezafungin
Infecciones por Candida
Sensibilidad a la luz solar, resultados anormales en las pruebas hepáticas, reacciones relacionadas con la infusión (rubor, sensación de calor, urticaria, náuseas, opresión en el pecho)
Voriconazol
Aspergilosis (Aspergillus) y candidiasis , fusariosis y scedosporiosis
Perturbaciones temporales en la visión (como visión borrosa, cambios en la visión del color y la sensibilidad a la luz), náuseas, vómitos, erupción cutánea e inflamación del hígado
* Unos bajos niveles de potasio (hipoposemia) puede causar debilidad muscular, calambres y sacudidas, y la alteración del ritmo normal del corazón.
† La flucitosina se usa generalmente con anfotericina B para casos graves de infección por Candida e infecciones criptocócicas.
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